verde oliva: Nuevo aspecto, nueva vida

12 marzo 2005

Nuevo aspecto, nueva vida

A los sospechosos habituales que visitaban mi blog, léase Mortwind y Tete, quizá les sorprenda que ha cambiado radicalmente. El primer cambio es el aspecto (el otro me parecía muy soso) y el otro es, como no, que ya hay algo escrito desde enero. Y esque me siento renovador y con aires progresistas. Hay que cambiar, la rutina es peligrosa, creedme las neuronas se amotinan y te vuelven un zombi. Sí, muchos se parecen a los zombis de Romero, aunque salgan de fiesta todos los sábados a Pirámide, o a causa de ello quién sabe. Vaya, parezco un crítico friki de las pelis de zombis. En fin, ya hablaré algún otro dia de mi impresión sobre las pelis de zombis, por qué no.

Bueno, por donde iba? ah eso... que ya estoy aquí otra vez, dispuesto a seguir con el blog con un cambio de aires. Para el que se sienta decaído, que olvide los problemas (siempre que no sean bancarios, con esos tened cuidado que tienen muy mala leche y poco sentido del humor... jeje es broma), arriba el optimismo y seguid adelante, que un dia como hoy no hay que estar triste. Si hay alguien que se sienta mal es comprensible y para la gente que está guardando luto en algún lugar de España, que piensen que quizá los caídos desearían verles felices.

No espero consolar a nadie, sólo quiero quejarme, estoy en mi derecho, de algo que tenemos inculcado en esta sociedad y que no es culpa de nadie y de todos al mismo tiempo. Si alguien muere, hay que recordarle, honrarle, llorarle y lo que se desee. Lo que yo personalmente no apruebo es el absurdo luto que hay quien lleva durante años o el recuerdo de los muertos del pasado con tan profunda amargura y durante tanto tiempo. A mi abuela materna, por ejemplo, yo sólo la recuerdo vestida de negro, siempre de negro, durante muchos años. Personalmente opino que tanta amargura ante la muerte no es más que la prolongación de esta en una persona viva. Llega un momento en la vida en que tus seres queridos se van, irremediablemente, uno tras otro, y aunque sea difícil hay que sobreponerse. Hay que pensar que la muerte de otros forma parte de tu propia vida pero no de tu propia muerte, si tus compañeros caen lo sentirás profundamente pero tú no caerás junto a ellos. Por eso opino que ante la muerte de una persona no debemos mostrar amargura a sus compañeros si nos es posible, ellos no lo necesitan, o por lo menos yo nunca lo he necesitado.

Bueno, otra vez me he enrollado como una serpentina, pero ya sabéis, arriba el optimismo y a disfrutar que mañana os cuento algo de zombis, hay que prepararse. ¡Joer que tarde!