Patriotismo o Fidelidad

Hace 10 años que sigo los pasos de un tal M. Schumacher, desde 1996 concretamente. Antes casi ni me importaba lo que hacía (seguramente porque no me interesaba ningún deporte) y si lo conocía era por alguna noticia rápida en los informativos, de esas de 10 segundos antes de pasar al futbol. Pues bien, aunque ya era campeón, el pobre esperó muchos años antes de convertirse en el mayor campeón en su deporte. Me acuerdo del gran duelo con el canadiense Villeneuve hasta la última carrera del mundial en 1997, y que terminó perdiendo; o del par de años siguientes en segundo puesto, aunque muy a la zaga de Hakkinen. Pues no fue hasta el año 2000 cuando por fin se convirtió en el campeón indiscutible y transformó su deporte en un paseo aburrido en mayor o menor medida.

Pues bien, llegó un tal F. Alonso no hace mucho a la competición, Español de nacimiento (celebramos el cumpleaños el mismo día por cierto) y un gran piloto en potencia en sus inicios. La temporada en la que estamos, sin embargo, ya no es un gran piloto en potencia sino uno de los mejores y primero del mundial con diferencia. Parece que Schumacher no tiene nada que hacer con él y ha perdido la superioridad que ha conservado desde hace tantos años. Pues bien, el domingo pasado, sentado yo en el circuito con mi gorra roja de tifosi y rodeado completamente por un océano azul claro Renault, llegué a sentirme antipatriota ante los insultos que recibía el tal M. Schumacher por parte de mis conciudadanos. Aún cuando no tenía la menor posibilidad de ganar a Alonso, cada vez que pasaba el pobre Schumacher recibía un gran número de insultos acompañados con el dedo corazón bien erecto.

Que se le va a hacer, dentro de lo que cabe es comprensible, pero éste no es un deporte de masas como el fútbol (por ahora) y me resulta extraño ver este comportamiento antirespetuoso y totalmente fanático contra un gran piloto. Yo personalmente aplaudo una buena vuelta o un buen espectáculo sea del piloto que sea y me gusta que gane Alonso, porque es un buen piloto. Jamás he insultado a nadie que no se lo merezca y lo único que he sacado en claro de la carrera del domingo pasado es un aumento de mi fidelidad hacia Schumacher; llamadme antipatriota o lo que queráis, pero 10 años no se pueden borrar así como así, por muy mal que vayan las cosas.