verde oliva: Malas Costumbres

10 julio 2005

Malas Costumbres

Hay dos tipos de personas en este universo: unas que son puntuales y responsables, y a las que el sumo creador de toda vida -Dios, Alá, Ilúvatar o Tutatis, me da igual- dotó, en su inmensa sabiduría, de conciencia cívica y reloj de pulsera, y otras que son inpuntuales y totalmente irresponsables y cuyo comportamiento podría calificarse como mínimo de despreocupado, si bien este adjetivo puede variar según el estado de ánimo de la persona afectada. No voy a negar, por supuesto, que la persona afectada es la mía, aunque el adjetivo que estoy pensando me lo voy a guardar.
Pues bien, yo me considero del primer tipo, de los pocos cuya gracia divina nos otorga de sensibilidad, y por mi experiencia personal empiezo a sospechar que somos una élite (decir que somos jilipollas por ser puntuales resultaría blasfemo en este post, aunque también podemos ser una élite de jilipollas). Me considero una buena persona, y sincera, y responsable, pero sobre todo soy respetuoso con quien se lo merece. Si quedo con una persona a una hora (porque de eso va este post, que no se engañe nadie) intento llegar a esa misma hora, en punto, y si me retraso diez minutos empiezo a sentirme incómodo y mi mente responsable sufre, intentando encontrar una buena escusa, que siempre es una mala escusa porque no soy buen mentiroso. Hay ciertas personas, sin embargo, personificación del mal en la Tierra, herejes y discípulos del ángel caído, que extienden su maldad por cada minuto (qué digo, por cada hora) que faltan a una cita. La plaga demoníaca de la irresponsabilidad se extiende rápidamente y afecta cada vez a más personas.
Pero no es la tardanza lo que me molesta, esto es un mal menor al que uno se acostumbra con el tiempo, lo verdaderamente terrible y que más me afecta es la carencia de respeto, sobre todo cuando ocurre uno de los siniestros que voy a contar y que seguro muchos hemos sufrido. No debemos amilanarnos, ni mucho menos aceptar disculpas. Debemos adelantarnos y educar a los malechores por el lado correcto. Debemos darles un golpe moral que impida que vuelva a suceder, o por lo menos que vuelva a sucedernos a nosotros (si alguien queda mal con otras personas no es mi problema). Debemos hacerles sentir a estas personas que lo que hacen traerá consecuencias.
Después de este profético discurso, ¿tendré que explicar lo que me ha sucedido no?. Buff, pues no ha sido tan grave como parece, dentro de lo que cabe, sobre todo cuando estás acostumbrado a otras cosas. Lo he digerido y ya está, pero como soy un poco cabrón no me lo voy a callar. Los hechos son estos: tres personas discuten durante toda la semana sobre ir a un sitio y deciden ir; una de ellas está muy ilusionada (el infractor) y otra no está muy segura (la víctima), aunque decide ir, ANULANDO OTROS PLANES, porque esta persona acude SIEMPRE cuando queda con alguien. El infractor, además, muy ruínmente, habla con la víctima poco antes de la hora señalada y le confirma la cita, aunque casi con total seguridad sabiendo ya que no acudirá. La víctima llega puntual pero el infractor se desvanece y envía en sustitución al tercero, que ha sufrido la misma suerte, a comunicar la noticia.
Ya está, eso es todo, es verdad que el problema no es tan grave (no ha muerto nadie ni ha habido heridos), pero como he dicho, soy un poco cabrón y necesitaba inspiración para escribir un post. Una cosa es cierta, siempre intento pagar mis deudas pero también me gusta que se me pague lo debido. Por eso, dedico este post a Raul (tranki tio que aunque me siento tentado no voy a publicar tus apellidos, aquellos que te conozcan no los necesitan) y así le evito las disculpas. Con esto, de momento, me quedo tranquilo.

2 Comments:

At 7/14/2005 4:15 p. m., Blogger Diego said...

Te ha faltado decir que todo este rapapolvo queda anulado si la causa de faltar a la cita ha sido un pivón impresionante. Lo primero es lo primero :D

 
At 7/14/2005 7:37 p. m., Blogger Oliva said...

Es cierto, si me dejan plantado por ese motivo lo aceptaría. ¡Qué digo!, le daría la enhorabuena y tan contentos. Pero como sé cuál es la causa (que no es esa), tengo que agobiar a alguien con mis quejas.

 

Publicar un comentario

<< Home