verde oliva: Muere Pierre Clostermann

22 marzo 2006

Muere Pierre Clostermann

Uno de los grandes pilotos de la Segunda Guerra Mundial ha fallecido, el más conocido as francés seguramente.

Navegando un poco hay muchas cosas sorprendentes sobre este hombre. Iba para ingeniero aeronáutico cuando cayó Francia, momento en que lo dejó todo y se fue con una maleta y su caña de pescar a cruzar el atlántico. Desembarcó en Liverpool en mitad de un bombardeo alemán. Combatió contra los alemanes y llegó a comandar una escuadrilla. Después de la guerra se hizo político y, ya mayor, la pesca se convirtió en su mayor afición. Quizá sea más conocido por su faceta de escritor, principalmente por el libro "El Gran Circo" (uno que tengo en la lista de "pendientes"). Aquí uno de sus relatos:

"Debajo de mis alas era de noche, me encontraba sólo, a 10.000 metros, en la luz del amanecer. Era el primero en respirar la cálida vida de los rayos del sol, que atravesaban mis pupilas como saetas. En Francia, en Inglaterra, en Bélgica, en Holanda, en Alemania, habían hombres sufriendo en medio de la noche, mientras que yo, solo en el cielo, era el único poseedor del día naciente, todo era mío, la luz, el sol, y pensé con un sereno orgullo: ¡todo esto resplandece sólo para mí!".

2 Comments:

At 3/29/2006 2:18 p. m., Blogger Zebedeo said...

Interesante persona que no sabía que existía hasta su fallecimiento. Suele pasar con toda esta gente que hizo historia pero no aparece en los libros de historia.
Es una lástima pero mirándolo por el lado positivo así también tenemos menos nombres que estudiar.

 
At 3/29/2006 3:35 p. m., Blogger Oliva said...

Afortunadamente está el lado positivo, y no tenemos que conocer a todas las personas que hicieron historia en sus propios ámbitos, más o menos reducidos. Podría decir que soy un poco raro al conocerlo.

Seguramente nadie pensaría, al ver a un anciano pescando en un riachuelo del pirineo francés, que fue un auténtico aventurero en su juventud. Uno de esos que salen en los libros de aventuras, navegante, piloto, escritor... y nadie pensaría que la captura de un buen ejemplar con su caña quizá le recordara a otras presas mayores de su juventud. Otro relaro:

"Casi podía ver las pequeñas llamaradas de los tubos de escape, la huella de óxido grasiento de los gases a lo largo del fuselaje, su lomo verde esmeralda y su pálida panza parecida a la de los lucios que solía pescar en los viejos tiempos en Mayenne. De repente, la nítida y clara visión me estremece, desintegrándose. El brillante cockpit estalla en mil fragmentos. Mis proyectiles de 20 mm. desgarran, remontando hacia el motor, en una serie de explosiones y destellos que van revoloteando contra el aluminio. Entonces surge un chorro de llamas, una espesa y oscura humareda entremezclada con partículas inflamadas".

 

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