verde oliva: Pensamientos negativos

19 junio 2006

Pensamientos negativos

En este planeta viven seis mil millones de personas. La capacidad agrícola actual es suficiente para alimentar holgadamente al doble. Sin embargo, una de cada seis personas de este patético lugar pasa hambre o vive con menos de las calorías necesarias, ¡852 millones de personas pasan hambre crónica! Casi 40 millones de personas mueren cada año a causa de la inanición o sus consecuencias directas, como si toda la población española fuera asesinada. Y asesinato es la palabra. Un asesino invisible, que se translada mañana tras mañana de una capital mundial a otra. Pulula de boca en boca, mueve fortunas, enriquece a gente con corbata y asesina a niños en Zaire.

El liberalismo se basa en teorías económicas, cercanas a las matemáticas, perfectas reglas que hacen que las dos fuerzas más grandes del universo, la oferta y la demanda, no se caigan de la balanza. Un microchip cuesta lo que dicta el mercado, un vehículo cuesta lo que dicta el mercado (por eso todos los coches similares de distintas marcas valen lo mismo), los carburantes cuestan lo que dicta el mercado... y el arroz cuesta exactamente lo que dicta el mercado. Auténticamente desastroso, a veces me repugna vivir en este lugar. Marcar el precio de los alimentos es sentenciar a muerte a muchos millones de personas. No puedo dejar de ver esto como un asesinato. Mientras el coste de los alimentos siga estando en manos de siete bancos estadounidenses esto continuará igual o peor, y de qué manera... para el 2050 se espera que la población mundial alcance los 9,3 mil millones. Las ayudas de los países desarrollados jamás conseguirán reducir el hambre en el mundo a este ritmo. La ayuda de Occidente no tiene nada que ver con la necesidad de alimentar a la gente, dos tercios van a parar al armamento y asistencia del aparato del Estado en general. Tres cuartas partes de la ayuda mundial está "condicionada", lo que significa que los beneficiarios deben gastarla en mercancías producidas en el país de origen, a veces a precios más elevados que las de diferente procedencia. Dicha ayuda es, en realidad, una subvención para los fabricantes del país donante.

No puedo cerrar el post y dejar de patalear sin mentar a Estados Unidos. Copio directamente extractos de un artículo de Mark O'Brien, estadounidense:

El importe de la ayuda que EE UU presta a países necesitados es sólo 0,2% de su producto interior bruto, mientras que el promedio de la ayuda de todas las naciones occidentales juntas equivale al 0,32% (esto a principios de los noventa, ahora es peor). Egipto e Israel recibieron un tercio del total de la ayuda de EE UU en los noventa. Los diez países más pobres del mundo recibieron en conjunto menos del 5% de dicha asistencia en 1985. En 1983, EE UU recortó a la mitad la ayuda a Zimbabwe, cuando su gobierno se negó a respaldar las posiciones de ese país en las Naciones Unidas. El mismo Secretario de Estado Norteamericano George Schultz expresaba en 1985: "nuestros programas de asistencia al extranjero son vitales para la realización de nuestros objetivos en política exterior". EE UU ha suministrado un total de 47.000 millones de dólares en equipo militar al Tercer Mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Una ojeada rápida a la lista de los países receptores de la ayuda estadounidense demuestra que el móvil de la "asistencia" no es la necesidad humana. Durante el gobierno reformista de Salvador Allende en Chile, a principios de los setenta, el vecino del norte canceló toda asistencia a este país sudamericano. El embajador de los EE UU declaró: "Ni un tornillo, ni una tuerca, llegarán al Chile gobernado por Allende... haremos todo lo que esté a nuestro alcance para condenar a Chile y a los chilenos a las mayores privaciones y pobreza".

Si visitamos webs como http://www.usaid.gov/espanol/ o www.embusa.es no hacen más que jactarse de que Estados Unidos es el líder mundial frente al hambre y la pobreza. Pero sólo utilizan cifras absolutas y en ningún momento veremos el porcentaje de su Producto Interior Bruto destinado a estos fines. Ya lo digo yo, no hace falta que lo busque nadie , Estados Unidos es el ÚLTIMO DE LA LISTA con un miserable 0,15 %. Jamás se han comprometido a llegar al famoso 0,7 % (jamás se comprometen con nada realmente). Si no fuera por las generosas donaciones privadas del pueblo norteamericano, EEUU podría calificarse como el país desarrollado más tacaño, relativamente. Europa no se queda corta tampoco. Hace poco, 1600 ONG se quejaron de que Europa "infla" su ayuda al desarrollo, contabilizando fondos que no pueden ser considerados como de este tipo de ayuda. El caso de Italia es vergonzoso, con una aportación similar a la de Malta, Eslovenia o República Checa. Los presupuestos de España para el 2006 se han incrementado hasta el 0,35 % del PIB y pretende alcanzar el 0,5 % en 2008, pero aún estamos lejos de llegar al 0,7 %, sólo alcanzado (o superado) por Dinamarca, Holanda, Noruega, Suecia y Luxemburgo.

El hambre en países como Zaire no es por la mala suerte de los africanos, ni porque no les guste trabajar en el campo. Es debido a que los alimentos son considerados un bien comercial. Mientras su precio esté por encima de la alimentación de los hambrientos; mientras los bancos y los inversores estadounidenses controlen el precio del arroz, del trigo, del maíz y de la batata; mientras la ayuda al desarrollo esté subordinada a intereses políticos; mientras los alimentos sigan en manos de burócratas y liberales; todo esto continuará tal como está.

4 Comments:

At 6/20/2006 9:40 a. m., Blogger marmota said...

Volvemos atrás , otra vez en tiempos de señores feudales .

 
At 6/21/2006 10:58 a. m., Blogger Avoira said...

Comparto tu indignación ante la alarmante situación en África, pero no el análisis:

1) ¡Menos mal que existe Estados Unidos! A quién si no íbamos a echarles las culpas de todos y cada uno de los males de este mundo, ¿no? Con tal de no mirar mucho la viga en el ojo propio... Lástima que tampoco sea verdad en este caso.

Lo que pasa es que la tradición americana está basada en la responsabilidad INDIVIDUAL y la iniciativa PRIVADA, frente a la costumbre europea de canalizar casi TODO a través de nuestros gobiernos. Consecuentemente, si bien es cierto que la Ayuda Oficial al Desarrollo por parte de los USA alcanzaba un mísero 0.15% en 2003 (¡frente a un más que sobrado 0.23% español en ese año!), tal ayuda representaba -según estadísticas publicadas por el Hudson Institute- sólo un 13% del total aportado por los Estados Unidos. El resto del porcentaje (87%), hasta una cifra total de 130.900 millones de dólares sólo en 2003, corresponde a donaciones privadas (47%) y a inversiones de capital en países subdesarrollados (39%).

2) Ojo, no digo que no haya que apretarles las tuercas a los americanos. Indudablemente, podrían y deberían hacer mucho más de lo que hacen. Sólo digo que hay que manejar mejor las cifras y conocer la mentalidad americana para juzgarlos. Echarles la culpa de todo sistemáticamente sólo sirve para tocar más las narices y que actúen cada vez más unilateralmente.

3)Si sacas datos de USA de 1985, compáralos con datos Españoles de 1985 o alrededores. Seamos justos y rigurosos. En 2003, por ejemplo, esa ayuda americana a Israel, países de la antigua URSS, Egipto o Europa del Este supuso meramente un 1% de la inversión oficial al desarrollo. Y ya que hablas del 5% de dinero oficial americano que llega a los 10 países más pobres del planeta, pues resulta que de la ayuda europea de los últimos años, sólo el 1% ha llegado a África.... Quien esté libre, que tire la primera, vamos.

4)Echar una firma y hacerse la foto es lo de menos; lo que importan son los hechos. Prefiero un país que no se comprometa a nada oficialmente y acabe dando como mínimo 131.000 millones de dólares anuales a ayuda al desarrollo, antes que países que llevan prometiendo dar el 0,7% de su PIB desde hace casi dos décadas y aún hoy no llegan ni al 0,3% (0,4% en el caso español). Es como lo de Kyoto: ¿¡de qué sirve que nos vanagloriemos de haber ratificado el tratado si luego resulta que España es el país firmante que más contamina y que más incumple sistemáticamente sus compromisos!?

5) Lo de echarle la culpa a "los liberales" es una simpleza demagógica, con perdón. Entre otras cosas, porque la situación hoy día está bastante lejos de ser liberalismo real: tenemos proteccionismo (vía aranceles) en la UE, proteccionismo en USA, todo tipo de trabas por parte de gobiernos corruptos sudamericanos a tratados de libre comercio como el ALCA, vacío legal e inseguridad jurídica y personal en (casi) toda África y gran parte de Sudamérica...

No defiendo en absoluto el anarco-liberalismo: claro que el mercado no es perfecto, pero es que para eso están las leyes, para que la economía de libre mercado no se convierta en una jungla. Eso es lo que, como "liberal del montón", sí defiendo.

Si viste el debate de La 2 de ayer, lo que África necesita (en palabras de un descendiente directo de campesinos subsaharianos, miembro de una asociación de relaciones África-España) no son limosnas ni recetas mágicas, sino inversiones y -oh, sorpresa- apertura de fronteras al comercio. En las últimas décadas se ha entregado a África el equivalente a cinco "Plan Marshall". ¿Resultado? Nada, salvo el enriquecimiento personal de algunos dirigentes africanos. ¡Lo que ellos necesitan es poder vendernos su agricultura a nosotros! Eso, y que Coca-Cola ponga una planta de producción en Nigeria. De esa manera Coca-Cola saldrá ganando (¡evidentemente!) y, más importante, también los nigerianos: los sueldos que cobrarán de C-C serán mayores que los de la media nigeriana, lo que fomentará la inversión y el consumo y empezará a tirar de la economía al alza, beneficiando al país en general a medio y largo plazo.

6) Disculpa la excesiva extensión del comentario.

Saludos.

 
At 6/21/2006 1:31 p. m., Blogger Oliva said...

Gracias Avoira por la participación y en ningún caso me ha molestado la extensión del comentario, todo lo contrario.

Es cierto que me he pasado con Estados Unidos, pero sobre todo con su gobierno y la forma de canalizar la ayuda, el pueblo estadounidense es de lo más generoso y si no fuera por las donaciones privadas no sé cómo iría el mundo. Tampoco pretendo defender a Europa, quizá sí a los países nórdicos, pero el resto somos más de lo mismo.

Con respecto a los datos antiguos, los saqué de un buen artículo de una persona muy comprometida con estas cuestiones sociales, que por desgracia murió en el 99. No pretendía destacar las cifras aunque sí lo que ha venido siendo la política americana desde hace varias décadas. Vamos, lo que antes ocurría con Israel y Egipto, en cifras actuales ocurre con Iraq, primer beneficiario de ayuda y alivio de la deuda con 10.200 millones, y Afganistán, con 1.500 millones (de los 27.500 millones invertidos en AOD en 2005 por la administración Bush). Nada ha cambiado desde entonces a mi entender, sólo los intereses políticos del momento. Para ser justos hay que destacar algunos programas, como el Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA (PEPFAR), un gran trabajo el que están realizando (en usinfo.state.gov hay una hoja informativa de las ayudas estadounidenses en 2005).

Con respecto al vapuleo que le he dado al liberalismo, tú mismo me has dado la razón. Es necesario contenerlo con aranceles, leyes y normativas. Afortunadamente ni España ni el resto de la Unión Europea se rigen por un liberalismo puro, tenemos una especia de mercado regulado que funciona bastante bien. Actualmente, ocurra lo que ocurra, nadie va a enriquecerse a costa de nadie vendiendo harina.

Inversiones es lo que debe hacerse está claro. En un reportaje de informe semanal, uno de los motivos de este post por cierto, dijeron creo recordar que con unos sesenta millones de dólares se podía irrigar todo Zaire con pozos, gracias a la gran cantidad de agua que hay bajo su superficie. Si consideramos que un solo bombardero estratégico B-2 cuesta 2.200 millones de dólares, resulta casi ofensivo. Si Da Silva canceló un envío de cazas para Brasil, otras naciones podrían hacerlo. ¿Y para qué demonios necesita España tantos tanques Leopard?

Con respecto a la apertura de fronteras, esto es bueno en el comercio de algunos alimentos, con los que los países subdesarrollados pueden competir, pero no de las principales fuentes de alimentación, como el trigo y el maíz. Cuando un solo agricultor estadounidense (ojo, no digo que él tenga la culpa), con una cosechadora de doce toneladas y trescientos caballos, se recorre un campo de cereales en un día... perdón por mi demagogia pero el liberalismo y la apertura de fronteras no creo que ayude al pequeño agricultor de Tailandia.

 
At 6/22/2006 9:17 a. m., Blogger Avoira said...

Me he debido de expresar mal: en absoluto pretendía darte la razón sobre la necesidad de aranceles en la UE o USA, toda vez que los principales perjudicados de ese proteccionismo agrícola son los países pobres cuya entrada en nuestros mercados impedimos. Cuando digo que no apoyo el anarco-liberalismo sólo me refiero a que no estoy de acuerdo con los liberales más radicales, que sostienen algo así como que, en última instancia, la única "legislación" que hace falta el mercado y nada más. Yo creo que, además, tiene que existir un marco legal que garantice la estabilidad y los derechos individuales.

En lo económico, nuestro sistema híbrido funciona bastante bien "de puertas adentro", precisamente porque hay libre circulación de mercancías. Igual estoy equivocado, pero ¿por qué no aplicar a determinados países africanos el modelo de libre comercio (eso es la UE) que tanto ha beneficiado al progreso en España en los últimos 30 años? ¿Por qué lo que nos parece genial para nosotros no lo queremos ofrecer a los demás?

En el caso de la agricultura, es que el escenario que me pintas (lo de la cosechadora frente al campesino inerme) está condicionado por el factor subvención: mientras el tailandés, el africano o el ecuatoriano no reciben un duro, resulta que la agricultura norteamericana y la europea están hípersubvencionadas (con la consiguiente corrupción). Con semejante desigualdad y doble rasero, claro que es imposible competir. En este sentido, jamás le perdonaré al PP no haber suprimido el PER, como prometieron en su día.

En todo caso, no subestimemos la inteligencia y capacidad empresarial del pequeño agricultor tailandés, que a veces me da la impresión de que los tratamos como si fueran gilipollas. Claro que uno solo poco puede hacer, pero es que por eso se forman las cooperativas agrícolas; por eso se pueden hacer concentraciones de terreno, como en la revolución agrícola europea... Además de abrir mercados, hay que introducir reformas.

No sé... No soy en absoluto un entendido en economía, así que -ya digo- igual lo que he aportado es una barbaridad tras otra, alejadas todas de la realidad factible. Lo que sí sé es que el liberalismo del que yo hablo no se ha aplicado hasta la fecha. Así que, visto que ni el modelo postcolonial, ni el comunismo, ni el anarco-liberalismo, ni el sistema híbrido actual han funcionado, ¿por qué no probar el modelo liberal clásico? No será la panacea, pero ¿y si funciona un poco mejor que todo lo anterior?

 

Publicar un comentario

<< Home