verde oliva: De Novelas

13 julio 2006

De Novelas

Aún continuo en el blog, siguiendo los pasos de un post anterior, esta vez con algunas de las novelas que más me han gustado. Algunas están en inglés, porque lo leí en ese idioma y no tengo la edición en castellano.

Y llegará el día en que la prosperidad vuelva a Kingsbridge. Las viudas se casarán de nuevo y los viudos encontrarán esposa. Y aquella cuyos hijos murieron volverá a concebir. Y nuestras calles estarán rebosantes de gentes y en nuestras tiendas abundarán el pan y el vino, el cuero y el latón, las hebillas y los zapatos. Y un día reconstruiremos nuestra catedral.
Los Pilares de la Tierra.

Si abrían el sarcófago, si lo despojaban de sus tesoros, violarían la eternidad, no de un hombre momificado, sino de un dios presente en su cuerpo de luz.
El Juez de Egipto.

DEAR MR. SPENCER. That is all I know about the Egyptians. I can't seem to get very interested in them although your lectures are very interesting. It is all right with me if you flunk me though as I am flunking everything else except English anyway. Respectfully yours, HOLDEN CAULFIELD.
The Catcher in the Rye.

- Pero yo no quiero la comodidad. Yo quiero a Dios, quiero la poesía, quiero el verdadero riesgo, quiero la libertad, quiero la bondad. Quiero el pecado.
- En resumen, usted reclama el derecho a ser desgraciado.

- Antiguamente, el P2O5 escapaba por completo de la circulación cada vez que una cremación de efectuaba. Hoy en día se recupera en más de un noventa por ciento. Más de kilo y medio por cuerpo de adulto. [...] Es hermoso pensar que podemos ser útiles socialmente, aun después de muertos: haciendo crecer las plantas.
- Es hermoso. Pero es raro que los Alfas y Betas no hagan crecer más plantas que esos despreciables enanillos Gammas, Deltas y Epsilones que están ahí abajo.
- Todos los hombres son físicoquímicamente iguales.
Un Mundo Feliz

- Tal como yo conozco a nuestras autoridades, y yo conozco sólo los grados más bajos de ellas, no es que se busque a los culpables entre la gente, sino, como se dice, la ley es atraída por el culpable y debe mandar sus vigilantes. Esta es la ley. ¿Dónde puede haber un error?
- Yo no conozco esa ley.
El Proceso.

Papá tenía un empleo... así que nosotros éramos supra. No grandes supra, apenas una especie de supra medios, pero ciertamente no infra. Nadie sabe cómo ni cuándo estas dos palabras se colaron en el lenguaje. Nosotros, los chicos, nacimos ya con la noción de que los supra tenían empleos y ganaban dinero, mientras que los infra vivían de la beneficencia del Estado. Incluso los criados menospreciaban a los infra.
Las Torres del Olvido.

Ahora tendremos que comportarnos como soldados, señora. Si perdemos la vida, que sea por la Reina y por la Patria, por la libertad, la verdad y la justicia, como suele decir Radio Orange. Lo único terrible es que junto con nosotros sumimos en la desgracia a todos los otros.
El Diario de Ana Frank.

No te olvides de que todo es una sola cosa. No te olvides del lenguaje de las señales. Y sobre todo no te olvides de ir hasta el final de tu Historia Personal. Pero antes me gustaría contarte una pequeña historia.
El Alquimista.

Don Apolinar Moscotele explicó, en extricta reserva, que los soldados se habían llevado las armas decomisadas como prueba de que los liberales se estaban preparando para la guerra. Lo alarmó el cinismo de la declaración. No hizo ningún comentario, pero cierta noche en que Gerineldo Márquez y Magnífico Visbal hablaban con otros amigos del incidente de los cuchillos, le preguntaron si era liberal o conservador. Aureliano no vaciló:
- Si hay que ser algo, sería liberal -dijo-, porque los conservadores son unos tramposos.
Cien Años de Soledad.

Antes del tacto, sucede el olor, como mensajero de una esencia que sabe desaparecer en el aire y ser agente de un gran poder. La seducción que despliega el olor es implacable: se instala en nosotros y sella su poderío en los tejidos de la memoria.
El Perfume

But the Count! Never did I imagine such wrath and fury, even in the demons of the pit. His eyes were positively blazing. The red light in them was lurid, as if the flames of hell-fire blazed behind them. His face was deadhly pale, and the lines of it were hard like drawn wires.
Dracula