verde oliva: 01/07

30 enero 2007

Cobre y sus amigos

Érase una vez un tipo llamado Cobre. Sus vecinos decían que era un poco "yeyé" porque siempre iba vestido de un color rosa salmón muy llamativo. Cada vez que mirabas en sus bolsillos le rebosaba conductividad y si lo calentabas el hombre se hinchaba y se coloraba más aún. A pesar de todo, si superabas su pequeña capa de óxido era muy amigable y se trabajaba muy bien con él.

Cobre tenía una especie de amigo tostón, llamado Oxígeno, y cada vez que entablaba una relación con alguien este pesado venía a meter las narices. Hasta que una vez decidió cambiarse de apellido y alejarse. Se llamó Cobre Desoxidado y se puso a frecuentar lugares donde no permitían la entrada a Oxígeno, sitios como Tig, Mig y Brazing. De esta forma sus relaciones prosperaron. Hizo muchos amigos y amigas, incluso conoció al famoso Hierro y su socio Manganeso.

Se casó dos veces y tuvo dos hijos, aunque luego se dio a la mala vida y dicen por ahí que ha dejado descendencia no reconocida. De su primer matrimonio con una tal Zinc nació su primer hijo, a quien llamó Latón. Este tipo era más maleable que su padre y no tenía los bolsillos tan llenos. De su segundo matrimonio con una tal Estaña nació Bronce, que fue un tipo más fuerte y musculoso que su padre y su hermano. A partir de ahí, Cobre se separó y se convirtió en un conquistador. Ahora tiene un montón de hijos bastardos que dicen llamarse todos Bronce Especial, aunque todos vienen de distintas madres: Aluminia, Silicia, Niquela, Berilia... Vamos, que no se durmió el hombre.

25 enero 2007

Jardineros y leñadores

Voy a volver al blog con una especie de metáfora. Es del tipo "sólo hay dos tipos de personas en el mundo...". Sí, ya sé que las personas no son blancas o negras, hay escalas de grises y tal. Otro tópico (a ver si antes de terminar el párrafo se me ocurre otro, seguro que lo pongo). La cuestión es que así queda mucho más dramático, no tiene ningún sentido escribir si no puedes transformar un poco la realidad.

¿Quiénes son los jardineros? Este tipo de gente son los que plantan el árbol, abonan la tierra, cuidan de limpiar las malas hierbas y se alegran cuando le salen las primeras hojas. Se sienten orgullosos de ver su árbol madurar, de quitarle los feos parásitos que aparecen en la corteza, de podar lo accesorio y se conforman felizmente con el resultado de la pequeña semilla que plantaron, aunque lo hubieran hecho en un bosque de secuoyas.

Los leñadores, por otro lado, se mueven mucho hasta encontrar un árbol perfecto, esperan un tiempo hasta que el arbol está crecido y disfrutan comiendo sus frutos. También cuidan del árbol, se preocupan de él, hasta que llega el momento de la tala. Entonces, de la noche a la mañana, lo que una vez fue hermoso se convierte en un pequeño tocón a golpe de hacha. El leñador tala el árbol, lo hace astillas y le prende fuego. Luego se siente triste una temporada, hasta que sus viajes le llevan a otro árbol esbelto en medio del bosque. Entonces se olvida de todos los árboles que ha talado y vuelve a dedicarse por completo al nuevo ejemplar. Se le vuelve a nublar la mente, vuelve a vivir de la obsesión y empieza a afilar de nuevo el hacha.