verde oliva: 11/05

30 noviembre 2005

La guerra de todos los días

¿Cuántas veces al día vemos en la televisión noticias sobre la guerra? Es abrumadora la cantidad de conflictos armados que hay actualmente por todo el mundo. Un amigo dice que fuera de Europa y Estados Unidos todo el mundo está pegándose tiros. Si bien yo quitaría eso de que en Estados Unidos no se pegan tiros. Pero yo no exageraría tanto, hay otros lugares donde no hay guerra como... esto... Australia claro. En la pasada década, aparentemente pacífica, hubo nada más y nada menos que 110 conflictos armados, 103 de los cuales fueron intraestatales (aunque 9 tuvieron intervención extranjera). Esto quiere decir que la aparente calma en la que vivimos es sólo eso, aparente. Es posible que una gran guerra mundial sea bastante improbable, ni aunque Corea del Norte invadiera el sur, ni aunque Pakistán lanzara un misil nuclear a la India, porque tenemos a los estadounidenses que velan por todos nosotros, ¿o era sólo por ellos?; pero a cambio tenemos decenas de pequeñas guerras camufladas con el pseudónimo de "conflictos" (Chechenia, Colombia, Timor Oriental, los Grandes Lagos, Irak, Afganistán, Etiopía y Eritrea, el Kashmir, el País Vasco, Israel, Irlanda...), unos peores que otros, pero todos peores que la situación ideal. Y recientemente hemos estado viendo un auge en una nueva forma de guerra mundial, el terrorismo internacional. ¿Qué es lo que convierte una guerra en una noticia del día a día? ¿Y por qué sólo lo es la de Irak o la de Israel? Es muy probable que sea por sus implicados, naciones occidentales en lucha contra el "enemigo islámico", o simplemente porque en un mísero país africano no hay nada que ver, sólo gente pobre desconocida matándose entre ellos. Quién sabe...

27 noviembre 2005

Tenerife - Alcatraz

Parece que van a construir dos prisiones modennas en Tenerife, similares a la de Albocàsser en la provincia de Castellón. Está dentro de un plan del gobierno para acomodar mejor a los pobres delincuentes. Y yo me pregunto, ¿tanto piltrafilla suelto hay por las islas?. No sé, dos prisiones último modelo en las Canarias, ¿suena un poco a Guantánamo no?

Seguro que el plan del gobierno es más cachondo de lo que parece. Lo que quieren no es acumular a malechores lejos de la península no, lo que quieren es empezar una superproducción tipo Hollywood. ¿Alguien ha visto la película "El experimento"? Es un film basado en un experimento psicológico real conocido como "Stanford prison experiment". Llevaban a gente inocente a una prisión para ver cómo reacciona la gente normal ante el cautiverio, si el bien prevalece o por el contrario es el mal (caos, muerte, destrucción de la sociedad civilizada...). Pues bien, seguramente el plan del gobierno incluya un experimento de este tipo; pero yo diría que entre los sujetos meterá a expertos en fugas, como Dieguito "el Malo", que ha estado ensayando últimamente para el experimento, alentado por el ministro de interior. Así, cuando todos los sujetos estén aclimatados se practicará una fuga masiva de La Roca (Tenerife City) y las cámaras del gobierno estarán ahí para grabar hasta el último detalle. Habrán dispuesto lanchas motoras y helicópteros por toda la isla y empezará una increíble persecución policial. Luego el gobierno venderá la película a Hollywood y hará que se reduzca el déficit presupuestario nacional producido por el aumento del coste de la energía. Y así no notaremos tanto la inflación en estas navidades y podremos comprar el doble de turrón jijona y cava catalán (yo paso de hacer boicot a nadie).

Esta es mi teoría de por qué el gobierno está construyendo dos prisiones último modelo en una isla poblada por 219.000 habitantes, alejada tropecientos kilómetros de la península (que supuestamente es la principal proveedora de inquilinos de estas). En fin, si no todo es lo que parece, el gobierno sólo quiere reducir la inflación recordad, nada de mandar a los delincuentes lejos por comodidad. Cómo velan por nosotros estos políticos, hay que ver.

Escrito por Oliva un domingo de relax
Desequilibrio mental proporcionado por Mortwinito "el Malo"

25 noviembre 2005

Televisión subjetiva

Resulta que vivo en una comunidad cuya televisión autonómica parece estar contratada por un partido político. Es cierto que algunas cadenas de televisión se desvían ligeramente de la neutralidad, unas hacia un lado y otras hacia el lado opuesto, al igual que ocurre con los periódicos, pero el caso es realmente grave si ocurre (que lo ha hecho) con una televisión estatal. Sin embargo, el descaro que ostenta mi televisión autonómica es vomitivo. Si te gusta regodearte con tu extremo político está muy bien, pero si lo que quieres es escuchar noticias objetivas no lo es tanto. Realmente no hay por qué quejarse, el remedio es sencillo, cambias de canal o te olvidas de la televisión, caso este último que da buenos resultados os lo aseguro.

Pero sigue estando el tema de la financiación, porque las televisiones autonómicas no son privadas. Cuando descubrí que los participantes del programa "Tómbola" recibían diez millones de pesetas (y algunos más) por una entrevista alucinaba, suerte que lo quitaron. Pero en fin, puede que más de la mitad de mis conciudadanos voten al partido que da de comer a la cadena y en ese aspecto podría decirse que la televisión recoge el pensar mayoritario de la población; sin embargo, casi la otra mitad no comparten esa visión. Es frustrante pagar la propaganda política en televisión de un partido que desdeñas. Qué le vamos a hacer, algunos patalear, como hago yo en mi blog, porque otra cosa...

23 noviembre 2005

The Getaway

Qué decepción. Miradme, desde el día 16 que no escribo nada, o desde el 12, si tenemos en cuenta el esfuerzo. Podría decir que tengo un poquillo menos de ocio que antes, pero mentiría miserablemente. La verdad es que no me ha sucedido nada interesante en estas semanas. Y el problema no es ese, antes escribía sobre cualquier cosa que me viniera a la cabeza, daba igual lo insulso que hubiera sido el día, siempre se me ocurría algo que poner en el blog. Y he decidido que el pasado es un buen baúl de historietas, que ya iré poniendo si me quedo sin ideas (o sin ganas).

Empezaré con una hazaña graciosilla de mis años de delincuente juvenil, y las hay peores pero esta parece adecuada para el blog. Érase yo mismo con quince años, hace ocho nada más y nada menos, con una recién estrenada moto de 49 centímetros cúbicos; ¿conocéis esas motos que pasan por la calle haciendo un ruido de mil demonios?, pues sí, una de esas. Pues como era costumbre entre la "gente" del barrio, había que usarla para ver el ancho mundo (los pueblos vecinos, especialmente en fiestas). Uno de esos "largos" viajes me llevó hasta un pueblo llamado Sueras, tan pintoresco como cualquier otro, o sea nada. Y cuando la pandilla ya nos acercábamos al pueblo divisamos un todoterreno de la guardia civil (de ahora en adelante y, para abreviar, los verdes) que se acercaba por la carretera. Pues, ya fuera por el absoluto aburrimiento de un viaje a 60 km/h o por la esquizofrenia momentánea producida por el frío, a uno de los moteros del grupo, Mikel, el vasco, no se le ocurrió otra cosa que hacer un caballito frente a los verdes, y a una mano además (no voy a decir qué hacía con la otra). Obviamente los verdes, que estarían tan aburridos como nosotros, pusieron las luces y se dispusieron a dar un giro en el sentido de la marcha (ilegal que conste, que había ralla continua) así que el absoluto aburrimiento se transformó en típica diversión juvenil: putear a alguien y poner pies en polvorosa. Nos tocó darle gas y trepar por los empinados y desiertos callejones del pueblo, y el descubrir que los verdes seguían detrás no hizo más que aumentar la diversión. Finalmente tuvieron que desistir, ya que llegamos a unos callejones por los que no cabían dos motos al mismo tiempo y mucho menos un todoterreno. Hay que decir que cuando regresábamos a Castellón (la gran urbe), nos cruzamos con un vehículo de los verdes y multaron a uno de nosotros por alguna infracción de poca monta (vaya, menuda casualidad). Si bien pudo darse por satisfecho, ya que la conducción temeraria y el caso omiso a la autoridad le habrían salido un poquillo más caros. Ya me imaginaba en el cuartelillo aquella noche :D

16 noviembre 2005

Cóctel daikiri

jejeje, para los interesados, aunque el barbudo no creo que lo lea ;)

Elaboración
Notas: Éste cóctel se elabora en coctelera. Es de trago corto y es un cóctel alcohólico.

Mise en place: Preparamos en la estación central las bebidas necesarias para el cóctel (ron blanco y zumo de limón) y el azucarero relleno, así como unas cortezas de limón. El material necesario para su elaboración (coctelera, copa de cóctel, pinzas, cubitera, además de hielo).

Elaboración y servicio: En una coctelera, ponemos 7 u 8 hielos con las pinzas. Ponemos en el vaso de la coctelera 5 cl. de ron y 2 cl. de zumo de limón junto con el azúcar. Cerramos la coctelera y batimos rítmicamente unos segundos. Una vez acabado de batir abrimos la boca de la coctelera y vertemos a una copa de cóctel, sobre un platillo o un posavasos, para su servicio.

Un médico llamado Michihiko Hachiya

Rostros que se deshacen en Hiroshima, la sed de los ciegos. Dientes blancos que sobresalen en una cara desaparecida. Calles ribeteadas de cadáveres. Sobre una bicicleta, un muerto. Un médico con cuarenta heridas. "¿Está vivo? ¿Está vivo?". Tendrá que oirlo muchas veces. Visita ilustre: Su Excelencia. En honor a él se incorpora en su lecho de enfermo y piensa que está mejor.
Por la noche, como única luz, las fogatas de la ciudad. Cadáveres ardiendo. Olor a sardinas quemadas.
Cuando ocurrió, lo primero que advirtió de sí mismo: que estaba totalmente desnudo.
El silencio, todas las figuras se mueven sin hacer ruido, como en una película muda.
La visita a los enfermos en el hospital: primeros informes sobre lo sucedido, la destrucción de Hiroshima.
La ciudad de los 47 ronin ¿la habrían elegido por esa razón? [...]

Prólogo al Diario de Hiroshima del doctor Hachiya

12 noviembre 2005

Renegados y barbudos

Anoche fui a ver una película que no sé cómo clasificar. No la recomiendo a nadie que padezca del corazón o tenga una una gran sensibilidad, pero a grandes rasgos podría decir que es... extraña. Los Renegados del Diablo puede parecer un título de película de serie B mala mala, y eso pensé yo hasta que vi las críticas. Las había de todas clases, desde un prodigio de violencia creativa hasta una cutrez de bajo presupuesto sin argumento, aunque la crítica del público era muy positiva, así que tenía que verla. Hay que decir que no es una película de terror, o no de un terror tradicional. No, desde luego no hay nada que pueda calificarse de "tradicional" en la película. A mi personalmente no me aterrorizó la película, me impactó sobremanera por su realismo y crudeza pero no fue terror. Supongo que el sentimiento que me produjo puede describirse como un estado de excitación. Podemos decir que es como estar escuchando durante una hora y media heavy metal, al terminar no te encuentras igual que antes seguro. Hay que señalar que sólo utiliza música country, aunque el director sea Rob Zombie, y, a pesar de lo que parecería lógico, la música queda bien. Impresionante. Más impresionante es que me guste una película cuya banda sonora es country, use todos los tópicos del cine de terror (aunque creo que se ríe de ellos a propósito), que en su versión original se escuche la palabra "fuck" unas trescientas veces y que el director sea Rob Zombie.

Después fui a un pub llamado "La Playa" y me encontré con mi hermana y una amiga. Y cuando fui a pedir algo un nota ridículo y barbudo se mosqueó conmigo por pedirle a la camarera unos daikiris, que además no eran para mí. Pues la camarera no sabía lo que eran los daikiris (ni yo tampoco, aunque mis amigos ya habían tomado lo mismo allí otra vez), así que pedí otra cosa y listo. Pero el barbudo me dice "¿y qué lleva un daikiri?" y yo "pues no sé", (siendo un lugar "exótico" suponía que podía pedir una bebida así). "Hombre tú que lo has pedido deberías saber lo que lleva", y yo "pues no lo sé en serio y tampoco lo he pedido para mí". Y el tío erre que erre, "el caso es que pensaba que un tío listo como tú sabría decirme cómo se hacen los daikiris, pero veo que me iré sin saberlo" y yo "pues sí, hoy nos iremos sin saberlo ninguno de los dos". Vaya nota. Pues al rato, cuando se iba el barbudo viene donde estabamos sentados y sigue con la discusión: que tú que lo has pedido seguro que lo sabías, bla y bla... y un amigo le dice "pues creo que lleva ron" (y es cierto, que me acabo de informar) y el tío "buah, pues para eso pido un cubata de ron y punto". Y mi amigo "si quieres mañana lo busco y te digo lo que tiene" y el nota "pues ya me lo diréis que yo, como no tengo diccionario, no lo puedo saber". En ese momento vino una escena de la película a mi memoria en que uno de los malos le da un estacazo en la cabeza a un pobre infeliz. El caso es que el barbudo estaba sólo en el pub, seguro que no tiene amigos. Acusarme de listillo y pijo a mí, será nota.

06 noviembre 2005

Cine catastrofista

En los años setenta se estilaba un tipo de cine "comercial" diferente al de ahora. Últimamente con unos cuantos disparos y explosiones basta, pero entonces todo era más a lo grande. Un enorme transatlántico que vuelca por el impacto de una ola gigane, con gente ahogándose por doquier. Un "colosal" edificio que sufre un terrible incendio. Un catastrófico terremoto en una ciudad masificada (estadounidense claro). Y hasta un extraño amanecer en que los muertos vuelven a la vida convertidos en caníbales, puesto que ya no queda sitio en el infierno. Y en todas las situaciones se daba el caso de un grupo de gente muy avispada intentando salir de la situación, casi siempre guiados por un líder o un guía espiritual encargado de proteger sus tristes almas. En La Aventura del Poseidón era un sacerdote y en El Coloso en Llamas un bombero (busquen similitudes con La Jungla de Cristal, algunas son obvias). Como si la perfecta democracia estadounidense no sirviese en casos extremos; en esos casos les hace falta un dictador, aunque realmente siempre les ha hecho falta puesto que el estadounidense medio no tiene conciencia para pensar por sí mismo. Pues bien, tuvimos que esperar dos décadas (no es mi caso porque yo apenas tengo esas dos décadas de vida) para que volvieran a recrear el cine catastrofista, con cosas raras como Twister, Independence day, la increíblemente larga bazofia de Titanic y, más recientemente, El día de Mañana y La Tierra de los Muertos Vivientes. Incluyo a los muertos vivientes dentro del cine catastrofista, más que en el de terror (si bien el terror sólo es producido por ver unos señores bastante desaliñados comiendo carne cruda). No sé que tiene el cine de catástrofes que me gustaba tanto cuando era pequeño, seguramente la película que más veces vi en mis tiempos mozos era La Aventura del Poseidón (si no cuento La Gran Evasión que habré visto millones de veces). Pese a los guiones insulsos, estructuras repetitivas y personajes superficiales que solían abundar en ese tipo de cine (mucho más en el de ahora que en el de los setenta) había algo que me enganchaba. Seguramente sería el caos, la muerte y la destrucción de la sociedad civilizada, algo que a todos nos gusta cuando somos pequeños (¿o era sólo a mí?). En fin, de entre todas las películas de los últimos diez años no hay ninguna que me recuerde a las viejas, excepto quizá la cuarta de George A. Romero, que tiene cierto aire retro setentero. También es posible que haya madurado un poco y ya no me guste ese tipo de cine, y no sepa apreciar como antes la muerte y la destrucción como arte cinematográfico. Pero soy persona interesada en el cine y digiero prácticamente de todo lo que se proyecta, aunque no me agrade. Jamás me duermo viendo una película, me río con las buenas comedias y me implico en los dramas, pero creo que ya no tengo la sensibilidad necesaria para disfrutar con el implacable Tiburón devorador de bañistas o al bueno de Steve McQueen haciendose el héroe en una escalera de emergencia.

NOTA: Hablando de Steve McQueen y de cine setentero me ha venido a la memoria la película Bullitt, donde aparece una de las mejores escenas de persecución de coches de la historia del cine. Una curiosidad es que en toda la escena ninguno de los implicados abre la boca para decir nada, dejando que sea el rugir del Mustang 69 por las calles de San Francisco el que lo diga todo. No os penséis que es el mismo Mustang de 60 segundos, este no hace caballitos.