verde oliva: 08/05

26 agosto 2005

Validación en el blog

Puto spam, esta tarde he recibido como ocho o nueve comentarios con anuncios publicitarios. Lo que me hace gracia es la forma de uno de ellos. Ponía "¡Buen post! ¡Sigue así!" y luego me endosaban el link con una página estúpida de publicidad. Además ponían el comentario en inglés, mientras que el blog no está en esa lengua. Para evitar esto, el que quiera escribir algo, a partir de ahora, tendrá que validar el comentario confirmando una palabra al final, para evitar los sistemas automáticos de spam. Pues eso, perdón por las molestias.

23 agosto 2005

¿Por qué no comer carne?

Hoy he tenido una conversación con un personaje un tanto extraño, de esos que sólo se conocen una vez en la vida (o cada 23 años, no sé como está la estadística). Pues en principio la conversación ha comenzado porque el hombre me ha dicho que no come carne. Y yo le digo, "Ah, ¿eres vegetariano?" y él me responde "no, soy ovo-lácteo... esto... getariano (bueno, los que pueden comer huevos y leche, no sé como se llaman). A lo que ha seguido uno de mis interrogatorios tipo gestapo. Le he preguntado si era alérgico o no le gustaba la carne y me ha dicho que sí que le gusta, pero lo decía con remilgos. Luego le he preguntado si la razón era que no le gusta el sufrimiento de los animales; como se lo ha pensado un rato le he comentado que seguro conocía el trato que sufren las gallinas día y noche en las granjas (para que nosotros podamos comer tortillas). Pero tampoco era esa la razón. Le he preguntado si teme enfermedades que se transmiten comiendo carne (como el último caso de intoxicación de los pollos de Sada, o la gripe del pollo que se ha detectado esta semana en Kazajistán). Y me ha dicho que tampoco era esa la razón. A esas alturas ya pensaba que no quería contármelo pero he hecho un último intento, preguntándole si era religioso. Y ¡Bingo!, si es que soy genial, no se me escapa una, podéis llamarme Colombo.
Luego le he preguntado si era católico (no tenía pinta de musulmán la verdad, aunque sí un poco de monje budista, con la cabeza rapada y todo) y me ha dicho "¡¡¡clarooo!!!, católico, apostólico y romano" y me ha confesado que aun no era un come-huevos al cien por cien, pero que tenía que practicar. Entonces he pensado que los católicos pueden comen carne, mientras no sea viernes, o semana santa. Mi siguiente pregunta ha sido obvia, "¿practicar el qué?". Y me dice, "pues el celibato, ¿sabes lo que es el celibato?". Joder, claro que lo sé. Menuda sorpresa, no comer carne para practicar el celibato. Pensaba que lo de comerse una piba no era literal, joer que asco. Pues ha empezado a contarme las ventajas sexuales de comer carne, que si aumenta el vigor sexual, que si producimos mas hormonas, bla y bla. Después iba a preguntarle si era sacerdote, aunque luego he caído que era transportista.
Pues resulta que practicaba para ser misionero, aunque yo la verdad no veía a ese tío en África. Me ha dicho que estudió teología y el tío seguía hablando cuando yo le he dicho "pues yo soy agnóstico y posiblemente ateo". Por definirme de alguna manera, si existe algo nadie me lo ha demostrado, además considero la existencia o no de un ser superior algo irrelevante. Esto no significa que no respete a los creyentes, la fe es algo personal. Pues nada, según el hombre este resulta que soy apateísta; vaya ya tengo una manera más de definirme. "Hola soy Jose y soy apateísta". Bueno, siempre va bien tener palabrejas de estas para conversar de algo en una cena. Le he dicho además que soy muy racional y me gustan las ciencias y él me ha dicho que Kant también era agnóstico y racional. Al final voy a ser igual que el loco ese de Kant. En fin, al terminar esta conversación filosófico-religiosa el hombre me ha parecido bastante sensato, después de todo, y he empezado a verlo en un poblado de África. Cuando se ha ido, sin embargo, una compañera me ha dicho: "¿De qué has estado hablando con ese hombre?". Y yo, medio en broma, "pues de la religión, la filosofía y del sentido de la vida, ¿sabes que soy apateísta?". Bueno, pues me dice la chica "una vez hablé con ese hombre y me dijo que quería hacerse un tatuaje enorme de Jesucristo en el pecho". Joooooder, y yo que me había hecho una imagen de hombre sensato de él. Y luego resulta que pensaba en un tatuaje al estilo "Dios te ama". Mi imagen de misionero respetable ha cambiado a la del asesino de la peli El Cabo del Miedo. Buah, qué risa.

18 agosto 2005

El Doctor Muerte

Se ha conectado un amigo con una coletilla muy graciosa en el Messenger (la he eliminado de la conversación): "Me siento como un enfermo de parkinson haciendo de neurocirujano con una llave inglesa" y la conversación ha desvariado un poco. Por cierto, acaba de iniciar un blog, vamos a ver si le da por escribir de vez en cuando, es el link ese que pone ubeconbe, saludos Diego ;)

Jose = Oliva dice:
hola doctor
Diego dice:
yo doctor?
Diego dice:
xD
Diego dice:
llamadme doctor muerte
Diego dice:
¬¬
Diego dice:
recientes investigaciones indican que si uno se dedica a hacer 3 series de dominadas por la mañana y otras 3 por la tarde cuando llega la noche es incapaz de hacer una sola
Jose = Oliva dice:
jaja
Jose = Oliva dice:
quien ha publicado esas investigaciones?
Jose = Oliva dice:
el doctor muerte?
Diego dice:
de momento el método empírico ha permitido llegar a esa conclusión
Diego dice:
ahora falta probarlo en 1000 individuos y ver si se cumple la pauta
Jose = Oliva dice:
jaja
Jose = Oliva dice:
estas grillao
Diego dice:
sí, pero soy un grillao con métodos científicos

17 agosto 2005

En lo grande y en lo pequeño

Es curioso que podamos predecir con siglos de antelación el recorrido de las estrellas más lejanas y, en cambio, no seamos capaces de saber cómo soplará mañana el viento en nuestro pequeño planeta.
Heinrich Spoerl
Es imposible predecir el movimiento de una gota de agua cuando cae por una cascada. No hay ninguna ecuación matemática que indique que cierta gota de agua se comporte igual que otra y es practicamente imposible (o improbable) que dos gotas que partan del mismo punto en la cascada lleguen al mismo lugar. Sin embargo, a nivel planetario, sabemos con exactitud que cada vuelta de la Tierra alrededor del Sol dura 365'25 días. También sabemos que la Luna nos mostrará su redonda faz y nos ocultará su espalda para siempre, porque su día dura exactamente lo mismo que su año, sin variación.
¿Por qué tenía razón Newton con su inquebrantable teoría de la gravitación universal y por qué, al mismo tiempo, hay una ley que nos dice que casi nada es predecible en la Tierra? ¿Es que en este planeta somos especiales? Suena como si en nuestro planeta no existiera el destino y tras dejar la fina capa de la atmósfera perdiéramos nuestro libre albedrío. Obviamente no es así, sólo es que así funcionan las cosas, las leyes de la física también tienen sus peculiaridades. Einstein dijo que Dios no juega a los dados, refiriéndose a que en el fondo la teoría del caos no existe, que muy en el fondo todo puede determinarse con exactitud. Pero un poco más tarde, y por ahí es por donde van ahora mismo los tiros, Stephen Hawking dijo: "Dios no sólo juega a los dados, sino que a veces los lanza donde no podemos verlos".

11 agosto 2005

Cine Violento

Acabo de ver Sin City, una pequeña obra de arte en mi opinión, aunque tampoco creo que merezca un diez. Además no puedo dejar de valorarla pensando en otras adaptaciones de cómics, como Los Cuatro Fantástitos, una película cutre en todos los sentidos, incluso en el humor (también hay que pensar que el estadounidense medio no entiende los chistes complicados). La bien recreada estética de cómic, la violencia extrema pero planificada, el estilo narrativo, casi poético, y la gran cantidad de personajes le dan a la película una gran originalidad y riqueza. La gran violencia de la película me ha sobresaltado en algún momento la verdad, aún cuando tintaban la sangre de blanco, o naranja. Hachazos, disparos, mutilaciones, mordiscos y extirpación de ciertas partes del cuerpo; y a pesar de todo es una película de amor, quién lo diría. Lo que más me ha impactado, sin embargo, ha sido cuando han aparecido los títulos de crédito y estaba dejando la sala. En la puerta me he cruzado con una pareja y sus tres hijos, el menor de ellos no pasaría de los ocho años. He intentado pensar qué le habrá parecido la película al pequeño y en qué estaría pensando su madre frente a la pantalla. Un amigo me ha dicho que a los niños de ahora la violencia ya no les afecta y yo me he puesto a pensar que el chaval no tendrá pesadillas, a causa del surrealismo de la película. En fin, más vale vacunarse a edades tempranas.

04 agosto 2005

La noche estrellada

Cuando era pequeño, algunas veces me quedaba a dormir en la masía de mis abuelos. Hace ya muchos años que no lo hago y ya casi no me acuerdo; eso sí, hay pequeños detalles que no se olvidan. Teníamos una placa solar que nos proporcionaba algo de electricidad, siempre que no hiciera mal tiempo durante el día. Recuerdo la débil y renqueante luz de los tubos fluorescentes durante la cena. También recuerdo el vapor que salía de mis pantalones mojados, frente a la chimenea, después de que me pillara una tormenta en el campo. Y el sonido de millones de grillos por la noche, que súbitamente se apagaban durante unos instantes, y al unísono volvían a comenzar. Pero el mejor recuerdo que tengo es el de la vía láctea, sin nubes y sin luna.
Después de cenar salíamos fuera, nos echábamos en nuestras tumbonas, sin ninguna luz más que la luz de las estrellas. La luz de la noche estrellada es ténue, pero vibrante; es un espectáculo imposible de ver en las ciudades. Era como si la noche se moviera. El cielo parecía dividido en dos por un blanco fantasmal, que contrastaba con el negro circundante. Pero tampoco era negro. La gran cantidad de luces blancas, azules, amarillas y rojas hacía que el firmamento tomara un tinte azul oscuro, sobre todo tras pasar un buen rato sin ninguna luz artificial. De vez en cuando pasaba un pequeño mamífero volador a la caza de algún insecto y entonces veíamos claramente lo azulado del cielo. ¿Habéis intentado distinguir un objeto negro sobre fondo negro? Si lo puedes distinguir es porque el fondo no es tan negro como parece. Mientras intetábamos descubrir dónde se encontraban la Osa Mayor, la Estrella Polar, el cinturón de Orión y Marte, el rojo dios de la guerra, pasaba un pequeño punto brillante surcando el cielo a gran velocidad, pero sin estela, y entonces mi padre soltaba siempre: "mirad, un satélite". Y después veíamos otra dosis de parpadeante modernidad en verde y rojo, más lenta, y mi abuelo se ponía a hablar de cómo era posible que un cacharro de metal de varias toneladas pudiera volar. A veces, si esperábamos lo suficiente, veíamos una estrella fugaz que nos alegraba la noche, comentábamos alguna cosa de última hora y dábamos por terminada la sesión.
Vincent van Gogh tiene una frase apropiada: Cuando siento una terrible necesidad de religión salgo de noche para pintar las estrellas. Si a alguien no le gusta "La noche estrellada", de Van Gogh, este es un buen momento de volverlo a ver y recapacitar. Y que nadie me discuta que la noche de Van Gogh no se mueve. Vibra, arde y se arremolina.